"Si alguien lee un escrito para buscarle un sentido, no desprecia los signos y las letras, ni los llama engaño, casualidad o cáscara inútil; al contrario, los lee, los estudia, los ama letra por letra. Sin embargo, yo quería leer el libro del mundo y el de mi propio carácter; sin embargo, he despreciado los signos y las letras en favor de un sentido imaginado ya de antemano; llamaba al mundo visible un engaño, consideraba mi ojo y mi lengua como apariencias casuales y sin valor. No, esto ya ha pasado: ahora me he despertado (...) Bello y gozoso era el caminar por este mundo, de manera tan infantil, tan despierta, tan abierta a lo cercano, tan confiada."
Siddharta por Herman Hesse. Editorial digital Horus.
sábado, 1 de agosto de 2015
martes, 23 de junio de 2015
viernes, 5 de junio de 2015
miércoles, 20 de mayo de 2015
sábado, 18 de abril de 2015
miércoles, 25 de marzo de 2015
Ojos amarillos
Me encontré de nuevo con tus ojos amarillos.
Ayer los vi, luego de mucho tiempo, de
varios años,
Y pensé que todo estaba superado.
Sin tristeza, alegría, ira ni
remordimiento.
Ojos amarillos cubiertos por las nubes,
Sol eclipsado por la amargura del recuerdo.
Pero hoy vi de nuevo tus ojos amarillos
Y traicioneros, chispearon.
¡Cómo duele!¡cómo queman tus ojos
amarillos!
¿Hasta dónde pueden encenderse si se
repiten los encuentros?
¿Hasta cuándo, mi alma, carbonizada, tendrá
que seguir ardiendo?
Y aunque sé que en realidad, tus ojos no
están hechos de sol sino de luna.
Luna, porque son espejos, no ventanas,
Y a pesar de que duela,
Debo confesar
Que me gusta ver tus ojos amarillos,
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