miércoles, 17 de julio de 2013

Para cuando vuelva al pueblo

Cuando vuelva a terminar los dos meses y medio en aquel pueblo, lejos de mi ciudad natal en varios aspectos, sobretodo en las distancias relativas, tal vez me lamente con los bonitos renglones de Kafka:

"La ciudad está lejos de aquí y si hoy amenazara morir de nostalgia, nadie podría llevarme."  
    Preparativos para una boda en el campo, Franz Kafka

martes, 16 de julio de 2013

Respirando

En mi ciudad por fin

Estoy en recuperación por una neumonía severa con bronquiolitis y derrame. Doce días de hospitalización en total y un mes de incapacidad. Muchas lecciones sobre la vida. La decepción de pretender ser un equipo y estar solo, la vergüenza de sacrificarse uno sin resultado. La decepción de que no te quieran como quieres. ¡El golpe contra el mundo sobre tantas cosas! Darse cuenta del sentido real de frases como "La vida es aquí y ahora", "Uno tiene que quererse", "Primero yo, segundo yo, tercero yo, y si sobra, también para mí", "Todos los hombres son iguales" (por ahora no confío, aunque es cierto que conozco un hombre distinto, y no es Julián, ni Óscar, por más que Julián sea el mejor amigo que tengo en el mundo). De esta neumonía me quedó una sola lección alegre, y es que uno no puede suponer la vida, porque es imprecisa, porque "La vida da muchas vueltas", ¡y sí que las da!¡qué alegría!, porque así como ahora estoy abajo, tal vez mañana esté arriba, si sigo luchando y parándome, así me de miedo caminar sola, como tengo miedo ahora de no tener éxito después, de llegar a cierta edad con las manos vacías y el corazón anhelante y decepcionado, con el corazón cantando un pedazo de Sueño de barrilete de Eladia Blázquez "tratando de explicarme que la vida es algo más que darlo todo por comida (...) no sé si me falló la fe, la voluntad o acaso fue que me faltó piolín (...) regalé por no vender mi corazón (...)  cuando miro un barrilete me pregunto aquel purrete dónde está".

Mi madre dice que la vida es una sucesión de duelos. Estoy en la etapa de aceptación del mío, que no es sólo de ver que mi cuerpo es jóven pero no es de hierro. Principalmente, son duelos de amor en todas las esferas imaginables en que uno puede amar como persona. Y tengo miedo, algo de desesperanza también, pero por ahora simplemente cerraré los ojos, pondré la mente en blanco y dejaré que la Vida que no me dejó morir me acune, me balancee entre sus brazos hechos de no sé qué cosa, tal vez de incertidumbre, tal vez de dulzura, y me enseñe lo que quiera enseñarme, me amamante con lo que quiera amamantarme mientras me sigue abriendo los ojos a...Dios?. Creo que esto es la vida... la vida es... ir viviendo... vivir es al mismo tiempo, darse cuenta de qué es la vida.

domingo, 7 de julio de 2013