Mostrando entradas con la etiqueta Quién es Vug. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Quién es Vug. Mostrar todas las entradas
domingo, 6 de enero de 2019
domingo, 23 de septiembre de 2018
El dilema del omnívoro
"El alimento construye al comiente. Es natural, pues, que el comiente busque construirse comiendo." Claude Fischler. El (h)omnívoro, 1990.
Foto tomada en la exposición "Platos para no comer", de Maribel Gordillo, en el Museo de la Universidad de Antioquia. Julio 2018.
Etiquetas:
Quién es Vug,
Vug toma fotos,
Wondering
miércoles, 28 de junio de 2017
Espejos para dos amantes que no se ven
Y cuando veo a alguien que sé que te ha visto hoy no quiero dejar de mirarlo, porque busco en sus ojos los restos de tu imagen reflejada. Y espero en secreto que mañana, cuando ellos te vean, te entreguen mi imagen de vuelta.
Etiquetas:
Quién es Vug,
Wondering
domingo, 18 de junio de 2017
domingo, 3 de enero de 2016
Homenaje femenino
♬ Dios bendiga nuestros vientres, traiga pureza a nuestras mentes ♬
Canción Tréboles de Aterciopelados
Canción Tréboles de Aterciopelados
Etiquetas:
Quién es Vug,
Vug dibuja,
Wondering
viernes, 5 de junio de 2015
miércoles, 20 de mayo de 2015
miércoles, 25 de marzo de 2015
Ojos amarillos
Me encontré de nuevo con tus ojos amarillos.
Ayer los vi, luego de mucho tiempo, de
varios años,
Y pensé que todo estaba superado.
Sin tristeza, alegría, ira ni
remordimiento.
Ojos amarillos cubiertos por las nubes,
Sol eclipsado por la amargura del recuerdo.
Pero hoy vi de nuevo tus ojos amarillos
Y traicioneros, chispearon.
¡Cómo duele!¡cómo queman tus ojos
amarillos!
¿Hasta dónde pueden encenderse si se
repiten los encuentros?
¿Hasta cuándo, mi alma, carbonizada, tendrá
que seguir ardiendo?
Y aunque sé que en realidad, tus ojos no
están hechos de sol sino de luna.
Luna, porque son espejos, no ventanas,
Y a pesar de que duela,
Debo confesar
Que me gusta ver tus ojos amarillos,
sábado, 30 de noviembre de 2013
Verde para siempre
Empezaría siendo el amarillo de los días en que no pienso, de los
días en que solamente percibo, que cualquier sensación es placentera. Luego me
derretiría en lluvia, en azul oscuro, en azul mojado, en la conjoga y cielo
nublado cargado de agua, caería pesadamente sobre el césped, el color verde,
mancha de los dos primeros, melancolía de la ilusión empañada de tristeza.
Verde hierba aferrado a la tierra, verde que reverdece si es arrancado, verde
entre verde, rodeado de más verde, verde maleza, verde invasor, verde libre,
verde que se funde en sí mismo, de montañas, de juncos que cubren el cielo,
verde para siempre. Verde que está solo pero tan firme y tan abundante que se
hace compañía a sí mismo. Verde que no necesita al ser humano y sin embargo se
rinde. Verde triste, verde rendido, verde desahuciado, verde contradictorio
entre el símbolo de esperanza y su actitud de desesperanza. Verde que se filtra
por las grietas, que busca otra salida a ciegas. Verde que escondido crece.
Verde que no tiene miedo de ser visto. Verde cíclico, que es arrancado
nuevamente, desgarrado, pisoteado, que es convencido de que estorba, pero vuelve a extenderse, gana
otra batalla, otra grieta, se apodera de otro rincón abandonado y rompe las
murallas para crecer hasta el cielo. Cielo azul de conjoga y misterio, aclarado
por luz de lo que nisiquiera comprendemos o aún, imaginamos. Verde por siempre.
lunes, 11 de noviembre de 2013
Declaro
No quiero vivir en el mundo real bajo ninguna circunstancia. Soy mucho más felíz en mi mundo.
domingo, 19 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
Usted no me gusta
Usted no sólo me gusta, me encanta. Incluso pensé que me estaba enamorando. Pero hay una cosa suya que no me gusta, una sola, que sin embargo es suficiente: detesto que no tenga iniciativa ni para llevarme la contraria, para decirme lo que le molesta. Yo no puedo adivinar lo que usted piensa. Francamente, me tiene tan hastiada que me rindo. Y como tampoco en eso me va a llevar la contraria, entonces le deseo que le vaya bien. Me hace sentir indignada.
martes, 7 de mayo de 2013
Monólogos y soledades
Escribimos
para tener con quien hablar. Para hablar... Yo escribo.
Lo
que pasa es que no tengo con quién hablar, en el sentido literal de
la palabra. Así que para no enloquecer, escribo. Para poder
concretar mis ideas, para entenderme a mí misma, para... escucharme,
escribo.
Yo
creo que soy una de esas personas que nacieron para estar solas. Y no
lo digo por despecho, por la infantil actitud de retar al Destino a
ver si Dios o el Destino se dignan a llevarnos la contraria. Lo digo
porque en serio nunca he sido capaz de mantener el cariño de
nadie. Es como una explosión volcánica de entusiasmo que luego se
calma. Entonces todo vuelve a empezar: una nueva búsqueda, una nueva
explosión, un nuevo silencio. Una nueva reflexión sobre mí misma,
y vamos de nuevo. Mis relaciones interpersonales discurren de la
misma manera que una concha de caracol: dando vueltas sobre sí
mismas.
Es
lindo eso de estar solo. Bueno, no es lindo estar solo. Lo lindo es
volver a estar solo. Saborearse de nuevo el placer de la
nostalgia, el de la libertad, el de los arranques de euforia para
empezar nuevos proyectos iluminados por los sueños de un futuro
mejor. Cundo uno se demora en lograr esos proyectos o cuando los
alcanza pero también así llega la monotonía es que uno se lanza al
abismo nuevamente, buscando unos brazos y un pecho al que aferrarse.
Resuelto
el desasosiego, en la dulce quietud de las cadenas, en el sopor
insoportable de la dependencia o del apego inseguro (según dicen los
psicólogos), abandono o me abandonan y "tres" es el número
cabalístico, el punto de decadencia.
Bien.
"Uno, dos, tres". C'est fini. Ahora voy por el "Cuatro".
viernes, 8 de marzo de 2013
No
me culpes y no te desconciertes si te das cuenta de que estoy
llorando. No quiero que me veas llorando, y sin embargo, quisiera
hacer nacer de ti un abrazo, y qué mejor que una lágrima.
Suspiro
e intento recordar cómo era sentirse completa antes de que vos
llegaras, antes de encontrar lo que no estaba buscando. Y siquiera te
encontré, así sea por un rato. Finalmente, no es lo que estaba
buscando, pero sí lo que necesitaba. Digamos que sin vos saberlo me
diste una mano para salir del infierno. Ahora voy por ahí sin saber
cómo llegar al cielo, pero por lo menos recordé que existe y que
puedo llegar, con vos o sin vos, en otros brazos, o mejor aún, con
mis propios pies, a caminar entre nubes.
Salir
del infierno tiene su precio. Digamos que no está tan mal allá en
cuanto a la temperatura. Ahora ando por ahí sola, sintiendo el
viento contra mis brazos y cuesta un poco acostumbrarse. Pero bueno,
qué importa, ahora me siento mucho más tranquila y no anhelo la
llamarada pasional para sentir que siento.
Ando
con un hueco en no-se-qué-parte. De esos huecos que uno no sabe muy
bien cómo llenar ni mucho menos con cuánto. Pero son esos los que
me gustan... como que uno se siente vivo sabiendo que tiene perdida
una parte, asumiendo el reto de buscar dónde, con la esperanza de
que existe.
En
definitiva, de alguna manera me hiciste verme a mí misma de frente,
aunque soy ambliope y por tanto no me veré nunca del todo. Supongo
que también se debe a que estoy hecha en parches, como un
rompecabezas. La ventaja es que soy autoarmable, sin que eso quiera decir
autosuficiente.
viernes, 31 de agosto de 2012
Junto a la ventana
No
me gusta la música de fondo de los poemas. No me gusta que me
empujen a lo que quieren que sienta, en vez de lo que yo siento.
Ahora me acuerdo de mi puesto junto a la ventana, con el cristal transparente, en un rincón más bien oscuro, la lluvia
chapoteando en los charchos de afuera, el vidrio frío, el sweter de
lana reconfortando mi cuerpo y mi alma, como un refugio. Los pensamientos
atrapados entre las gotas que resbalan y el libro de Español sobre
el pupitre. La soledad felíz de mi cabeza, aguardando la también felíz
tarea de escapar adolorida por los bordes y renglones del cuaderno,
en complicidad con los personajes creados, que eran yo misma y eran
otros al tiempo, personajes que me parecía que existían en el
profesor y compañeros de clase, y que se sentaban conmigo, entre la
pared y mi silla, al lado de la ventana, y juntos nos jurábamos lo
espléndido que seguiría siendo el futuro, que ahora es presente y
se extiende a proyectos. Y no es que sea infelíz ahora, pero me
hacen falta esas conversaciones mágicas conmigo misma siendo otros,
proclamando verdades universales que creía que poseía, que me
erizaban la piel bajo el saco de lana, que me daba calor junto a
aquel cristal frío.
Etiquetas:
Quién es Vug,
Wondering
lunes, 6 de agosto de 2012
Confesiones a Alejandro
Esta
noche siento la necesidad de confesarte algo.
Brota
de mí un impulso, incontenible, de echarme al ruedo
No
importa (bueno, sólo un poco), que mañana me sienta ridícula.
Tengo un miedo irracional a que con cada minuto, dejes de
quererme,
Que
con cada segundo me olvides,
Que
cuando te busque, la ocupación inadvertida de los días haya borrado
tu deseo.
Tengo
que confesarte que te rechazo porque tengo miedo,
Porque
sos demasiado bueno,
Y
no sé qué podría yo devolverte.
Y
me da miedo, que no sé qué me has visto, me da miedo no poseer eso.
Me
da miedo ser un espejismo.
Que
perdamos el tiempo.
Pero
esta noche he escuchado tantos poemas,
He
pensado tanto en la muerte,
En
el suicidio que significa resignarse y andar sobre seguro,
Que
he decidido que lo más prudente, es no quedarme en [silencio,
Abandonar
el camino sensato y confesarte
Que
te quiero, no en el sentido de tenerte aprecio,
Sino
de querer poseerte por un rato, en una charla,
En
una mirada, en la promesa tácita de un nuevo encuentro.
Y
si acaso me equivoco escribiéndote esto,
Si
malinterpreté tus pasos coincidiendo con los míos bajo algún
pretexto,
Perdoname,
pero no me arrepiento
Porque
ya te he dicho que esta noche pienso demasiado en la muerte
Y
aunque haga el ridículo, me permitiré vivir un poco a través de la
locura que es
Actuar
sin medir las consecuencias,
Sólo
por eso me confieso.
Etiquetas:
Quién es Vug,
Vug toma fotos,
Wondering
viernes, 16 de septiembre de 2011
Sobre la intromisión
Las penosas introducciones a las obras maestras, disuasorias, áridas, sublimes o desvergonzadas. ¡Ah! ¿Por qué sentiremos curiosidad? ¿Por qué habrá tenido que nacer y morir el autor? ¿No basta con que lleve un nombre, no le pesa éste ya bastante? Pero la gente desconoce la compasión. Tiene que guisarse a su escritor, sazonarlo y comérselo.
Elias Canetti. El suplicio de las moscas. Editorial Josmar.
Soy de las personas a las que no le gusta saber mucho de los autores, al menos antes de leer una obra. Esto para no sesgarme, para intepretar cada frase como una reflexión trascendental sobre la vida en general y no como un juicio a conveniencia según lo vivido, un "respirar por la herida".
Sin embargo, debo reconocer que a veces sazonar al escritor está bien, pero luego de haber saboreado su obra.
Un punto de vista muy personal, claro.
Elias Canetti. El suplicio de las moscas. Editorial Josmar.
Soy de las personas a las que no le gusta saber mucho de los autores, al menos antes de leer una obra. Esto para no sesgarme, para intepretar cada frase como una reflexión trascendental sobre la vida en general y no como un juicio a conveniencia según lo vivido, un "respirar por la herida".
Sin embargo, debo reconocer que a veces sazonar al escritor está bien, pero luego de haber saboreado su obra.
Un punto de vista muy personal, claro.
Etiquetas:
Quién es Vug,
Wondering
martes, 19 de julio de 2011
Corazón, corazón
A veces el corazón se rompe...porque uno lo rompe, porque otros se lo rompen, o porque uno lo deja romper. El mío tiene un poco de las tres. Tiene un hueco profundo y un infarto de ventrículo derecho, pero ahí vamos. A lo mejor, siendo un híbrido, tengo algunos genes de lagarto y puedo regenerar el miocardio. Y a lo mejor la gente y su vida me va haciendo otras heriditas, pero rellenándome también.
domingo, 4 de julio de 2010
Detalles que dan felicidad
Pingüinos hechos de cocos y totumos (mi animal favorito), pastillas antidepresivas (chocolate), masapanes (¡años sin probarlos!). Conclusión: me gustan las ferias :)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)