domingo, 19 de mayo de 2013

Me gustas porque siento que si me amaras, podría enfrentar el sinsentido

"Es de noche y nadie podrá echarme en cara mañana lo que pueda decir ahora, porque puede haber sido dicho en sueños."  Franz Kafka

sábado, 18 de mayo de 2013

Sin cadenas en los pies, pero parecido


Los pies están unidos firmemente la cabeza. Para cambiar forzosamente el rumbo de un tercero se le une por la cabeza, no se le encadenan los pies. La cabeza es un misterio, una oscuridad. El corazón también es una incógnita y a la vez es música, sentimiento. Al recordar y sentir, se van rompiendo una a una las cadenas de la densa monotonía y opresión social que nos impide vivir los deseos que olvidamos. No miramos la neblina que nos ata, que se hace justo enfrente, miramos dentro de nosotros, el otro "hacia adelante".

lunes, 13 de mayo de 2013

Usted no me gusta

Usted no sólo me gusta, me encanta. Incluso pensé que me estaba enamorando. Pero hay una cosa suya que no me gusta, una sola, que sin embargo es suficiente: detesto que no tenga iniciativa ni para llevarme la contraria, para decirme lo que le molesta. Yo no puedo adivinar lo que usted piensa. Francamente, me tiene tan hastiada que me rindo. Y como tampoco en eso me va a llevar la contraria, entonces le deseo que le vaya bien. Me hace sentir indignada.

domingo, 12 de mayo de 2013

martes, 7 de mayo de 2013

Monólogos y soledades

Escribimos para tener con quien hablar. Para hablar... Yo escribo.

Lo que pasa es que no tengo con quién hablar, en el sentido literal de la palabra. Así que para no enloquecer, escribo. Para poder concretar mis ideas, para entenderme a mí misma, para... escucharme, escribo.

Yo creo que soy una de esas personas que nacieron para estar solas. Y no lo digo por despecho, por la infantil actitud de retar al Destino a ver si Dios o el Destino se dignan a llevarnos la contraria. Lo digo porque en serio nunca he sido capaz de mantener el cariño de nadie. Es como una explosión volcánica de entusiasmo que luego se calma. Entonces todo vuelve a empezar: una nueva búsqueda, una nueva explosión, un nuevo silencio. Una nueva reflexión sobre mí misma, y vamos de nuevo. Mis relaciones interpersonales discurren de la misma manera que una concha de caracol: dando vueltas sobre sí mismas.

Es lindo eso de estar solo. Bueno, no es lindo estar solo. Lo lindo es volver a estar solo. Saborearse de nuevo el placer de la nostalgia, el de la libertad, el de los arranques de euforia para empezar nuevos proyectos iluminados por los sueños de un futuro mejor. Cundo uno se demora en lograr esos proyectos o cuando los alcanza pero también así llega la monotonía es que uno se lanza al abismo nuevamente, buscando unos brazos y un pecho al que aferrarse.

Resuelto el desasosiego, en la dulce quietud de las cadenas, en el sopor insoportable de la dependencia o del apego inseguro (según dicen los psicólogos), abandono o me abandonan y "tres" es el número cabalístico, el punto de decadencia.

Bien. "Uno, dos, tres". C'est fini. Ahora voy por el "Cuatro".