domingo, 3 de enero de 2010

Momentos de despersonalización en la cocina

A decir verdad, detesto cocinar. Supongo que se debe a mi falta de habilidad, aunque he intentado mejorar.

De cualquier modo, estos días he tenido que hacer gala de mis precarios conocimientos, y a mi familia, de la cortesía para comer lo que preparo jajaja.

Ayer, mientras sacudía el bagazo de la zanahoria en el colador para sacarle el jugo que le quedaba, tuve un episodio de despersonalización, es decir, que yo no me sentía yo. Tampoco sé en quién me convertí, pero esa colada blanda e intensamente naranja, de repente tomó forma de corazón. No un corazón "normal", de esos tipo postal, no. Un corazón real, digo, anatómico. Ya sé que no es gran cosa observar esa colada amorfa...pero si sabes algo de medicina, probablemente puedas exclamar como yo "¡ay! un corazón de zanahoria!"

Y si hay gente que ve la santísima virgen en el fondo de una olla ¿por qué no puedo ver yo un corazón en el ripio de zanahoria de un colador?

Pongo una imagen que podría ayudar a aquellos poco familiarizados con el músculo en mención, aunque no garantizo que vaya a proporcionarles un momento de tanta iluminación.


Después de eso, le dió por hacer una mano (y digo "le" porque no era yo)



Supongo que esto tiene más forma de corazón:


¡Bye my dear orange carrots! You look wonderful still inside the garbage



Shhhhhh....Vug es un poco excéntrica

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