domingo, 3 de enero de 2010

El laberinto

================Neurodegeneration by Sophie Blows

Ahora sí, el laberinto. No hace falta decir que es el laberinto donde Vug se encuentra...mejor te explico por qué está allí y cómo es.

Vug es una chica confusa, pero no la culpes. Lo que sucede es que tiene muchas cosas en qué pensar. Muchas cosas no son importantes, pero Vug es incapaz de renunciar a cualquier pensamiento que le venga a la cabeza, siempre y cuando le parezca que va a sacar algo bueno de eso.

Y "lo bueno" no es necesariamente una conclusión sobre la verdad universal o un descubrimiento científico, puede ser el disfrute de pensar que es libre de pensar lo que quiera, sobre lo que le venga en gana.

Ya ves cómo de la cabeza de Vug salen tantos hilos de tantos colores que se mezclan y forman marañas. Ése es el entramado del laberinto, es decir, su estructura, sobre lo que se camina. Son enredos gigantes, por suspuesto, si no, no se podría andar por ellos.

Es un laberinto a media luz, inundado de una niebla heterogénea que provoca una visión en parches. La neblina forma parches porque hay cocuyos de una luz genial que vuelven claras las cosas a su alrededor. Por eso la temperatura es bastante agradable y casi libre de inesperados fenómenos climáticos. Sí, sí, sí. Los cocuyos están hechos de cristal. Son los principios de la cosmología de Vug.

Las paredes no son sólidas, están hechas de distintos objetos que desafían la gravedad y levitan en el mismo punto, y por respeto, te ves obligado a no embestirlos y mejor pasar por su lado, por las rutas que van formando.

Vug ama esas paredes, porque le permiten ver todo el laberinto cuando pone atención. Eso no hace más fácil la salida, pero sí le da esperanza, sin mencionar que todos esos colores superpuestos y mezclados con los gases dan unos efectos ópticos maravillosos.

Los elementos de las paredes son las cosas sobre las que alguna vez se ha pensado. La mayoría traen buenos recuerdos, los que no, están más escondidos entre a bruma (además, Vug marca los buenos para que se noten más).

Hay también nubes oscuras que vuelan como fantasmas por los caminos del laberinto. Están hechas de aquellas cosas que no se conocen pero que existen, lo que no se sabe (o como dicen no-sé-cuáles-asiáticos, se saben pero no se recuerdan): asuntos pendientes. La única forma de librarse de ellas es resolverlas. A veces uno resuelve cierta parte, y entonces se ve una nube negra a la que le sale un brazo, y sigue su camino.

Como habrás sospechado, las paredes del laberinto mutan, y Vug misma muta, de manera que a veces, si la ves, te parece que no es la misma persona, y a veces, que vuelve a ser la misma del principio.

El laberinto sería muy aburrido si no se pudiera salir de él...digo..¿qué de emocionante puede haber en girar siempre en la misma mezcolanza? Vug siempre está buscando la salida, a pesar de lo distráctil.

Caminar por el laberinto hace al viajero mejor, lo que implica que Vug también se va haciendo un cristal luminoso. La salida está hecha de luz, y cuando se llega a ella, se es un poco más felíz porque se ha aprendido. Y por definición, es bueno.

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