viernes, 8 de febrero de 2013

Ni tu lástima ni tu culpa

Yo no necesito tu lástima ni tu culpa, Así como tú no necesitas mi perdón. 
Vivimos antes y viviremos luego, como vivimos ahora, con el otro ausente 
De hecho, estamos ausentes desde hace mucho más tiempo. 

No es un discurso moralista, espiritual o reproche 
Simplemente, basta ya de pretender confundir lo evidente,
Como si eso pudiera cambiar la verdad. 

Tienen razón cuando se dice que no se tapa el sol con un dedo, 
Ni desaparecen las tinieblas con la luna. 

La felicidad no depende de lo que pudo haber sido 
Y lo que no es ahora, no convenía que fuera. Eso pienso. 

Así pues, me gustó estar a tu lado mientras convino 
Y ahora, que no conviene, mejor alejarse. 

Un abrazo y adiós.

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