jueves, 1 de julio de 2010

El guitarrista sin cabeza

HISTORIA NÚMERO 2 DE CUANDO FUI A TEATRO

A veces pasa que a uno lo sorprenden cosas que no son las que uno debe observar principalmente. Y me sucedió que cuando estaba en la obra de teatro, justo en el momento en que inició un acompañamiento musical, vi sobre el telón de la derecha una sombra con forma de perfil humano. Un rostro. Y se movía. -¡Qué buen efecto!- pensé.

Pero no era ningún efecto previsto. A los pocos segundos de estar observando, me di cuenta de que era una ilusión óptica, por lo menos para mi retina, y se trataba en realidad de la sombra del guitarrista escondido detrás del escenario. Suspiré con decepción, pero entonces aquel retazo de tiniebla me sorprendió de nuevo. Y es que era un guitarrista sin cabeza, y eso puedo asegurarlo, porque me quedé mirando largo rato y en varias ocasiones. Así que resultó ser mejor que el rostro que se alargaba y se contraía. A lo mejor él hacía ese rostro tratando de compensar la falta de cabeza...tendré que preguntarle por qué razón la perdió.

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